La edad de la Tierra. Una cuestión de energía. (I)

La edad de la Tierra. Una cuestión de energía. (I)


Creación del hombre. Pintura de Miguel Ángel en la Capilla Sixtina, Vaticano.

Algo que pareció haber resultado evidente incluso en tiempos muy primitivos es que o bien el Universo es una creación muy reciente o bien los humanos sólo hemos existido durante una muy pequeña fracción en la historia del universo. Ello es lógico, pues la especie humana ha ido mejorando de forma tan rápida en conocimientos y tecnología que si la gente hubiera estado desde hace mucho tiempo, nuestra especie presentaría avances mucho mayores en ciencia y tecnología, o tal vez, hubiéramos desatado una destrucción impresionante del hábitat. De esta forma la historia de la humanidad debió tener un principio y la forma en que llegamos aquí ha sido, pues, un enigma que nos ha acompañado durante toda nuestra historia. Innumerables son las teorías que planteó el hombre desde sus inicios como cazador-recolector para responder a la pregunta; los mitos son muchísimos y, ¿para qué negarlo?, las teorías científicas también.

James Ussher, por Sir Peter Lelly

Por ejemplo, según el libro judío del Génesis, Dios hizo todo lo que existe en seis días para, finalmente, hacer un par de personas: Adán y Eva. Teniendo en cuenta las historias que desde entonces son narradas en la Biblia hasta nuestros días, el obispo James Ussher (1581-1656), primado de Irlanda desde 1625 hasta 1656, situó el origen del Universo con una precisión extraordinaria: a las 9 de la mañana del 27 de octubre del 4004 AEC. Realmente un cálculo con una precisión bárbara, y precisamente esta precisión fue la que le dio verosimilitud a la hipótesis de Ussher dentro de la comunidad religiosa.
Pensándolo bien, seis mil años de historia humana no están nada mal, pero las investigaciones actuales dan al Universo una edad de trece mil setecientos millones (13.700.000.000) de años. Digamos, para no levantar asperezas, un poquito diferente a la propuesta por la Biblia según Ussher. Seguramente la fecha dada por este dedicado obispo irlandés demandó un gran trabajo de investigación sobre las Escrituras, pero la cifra actualmente aceptada realmente necesitó de mucho, pero mucho, mucho más trabajo. Hoy vamos a hablar de ello.

La escuela de Aristóteles, en la Grecia Clásica enseñaba, que los cielos son invariables. Debido a su invariabilidad, como corolario, deberían ser eternos. Pero la aparición de las novas en el cielo hablaba de sistemas estelares en constante cambio, y tal posibilidad de variación no llevaba a más sino a pensar en que existió un principio. Hablar del principio del Universo hubiera sido una tarea imposible si no se abordaba el problema desde un punto más cercano: nuestro sistema solar.

Y giran, y giran, y giran… ¿Hasta cuando? ¡Pues para siempre!

Al hablar del Sistema Solar, indudablemente tampoco podemos hablar de invariabilidad. Es decir: todos los planetas están en movimiento, incluso el Sol (que rota sobre su eje), en los planetas se presentan grandes vientos atmosféricos, y hay también colisiones titánicas como la famosa colisión SL-9 de un cometa con Júpiter. Sin embargo, a grandes rasgos, los movimientos dentro del sistema planetario son periódicos, y al parecer podrían permanecer de esa forma indefinidamente tanto si miramos al pasado como si miramos al futuro. Interesante deducción que podemos encontrar en mecánica Celeste, obra maestra de cinco tomos que le debemos al ilustre Marqués de Laplace, de quien hablamos en el artículo anterior. Sin embargo, aunque para la mecánica celeste de Laplace nada impedía que el sistema Solar fuese eterno, el concepto de eternidad, es decir, un infinito en el tiempo, resulta embarazoso en el pensamiento humano.

Hermann Von Helmholtz (Algo friki, sinceramente)

Si bien las observaciones del movimiento de los planetas nos pueden llevar a pensar en la factibilidad de la eternidad en el Sistema Solar, otras observaciones nos llevan inevitablemente a suponer lo contrario. Deberían pasar algunos años tras la muerte de Laplace para darnos cuenta de un fenómeno que explica en gran manera nuestra naturaleza. Una teoría desarrollada en la década de 1840-49 habla de la más potente de las leyes que gobiernan al Universo: la conservación de la Energía. Teoría conseguida gracias al trabajo de muchos hombres, pero formalizada elegantemente en 1847 por el físico alemán Hermann Ludwig Ferdinand von Helmholtz (1821-1894). La energía, en términos vulgares, puede interpretarse como lo que es necesario brindar a un cuerpo para hacerlo mover. El teorema de la conservación de la energía dice, pues, que ésta, en cualquier proceso, no se pierde ni se crea. Es decir, si queremos que un cuerpo se mueva, es necesaria una “fuente” de energía. Con fuente me quiero referir a “reservorio”. Es decir, un lugar del que se pueda extraer fácilmente energía aunque, por supuesto, ésta debe venir de algún lado. Venir, no crearse. Ahondaremos en este problema más adelante.
Al observar los cielos nos topamos con la “fuente” de energía más importante del Sistema Solar: el Sol. A diario es monstruosa la energía que desde él, a un ritmo descomunal, se transfiere al espacio en forma de luz. Energía de la cual llega una parte minúscula a la Tierra. A pesar de ser tan poca, es muchísimo mayor que la que necesitamos y, según lo que conocemos, con respecto a la energía total que sale del Sol, la que llega a la Tierra es prácticamente despreciable. Si miramos al futuro, a no ser que supongamos una reserva infinita de energía, podemos pensar que en algún momento, tarde o temprano, nuestro Sol se quedará sin reservas y, en pocas palabras, se apagará. Y si miramos al pasado, no hay más que pensar que el Sol debió nacer con una reserva de energía mucho mayor a la que tiene en estos momentos.
La energía es algo de lo cual nuestra sociedad se ha preocupado enormemente. Actualmente utilizamos combustibles fósiles, muchos de nosotros sin darnos cuenta de que tal energía fue almacenada hace mucho tiempo por animales y plantas que la obtuvieron del Sol.[1] La descomunal energía de los huracanes, capaz de levantar casas y árboles (y, por lo tanto, la energía del viento), asimismo proviene del calor suministrado por el Sol. De esta forma, la mayoría de la energía que utilizamos proviene de nuestro astro rey.

Aunque no lo creas, hubo gente que pensaba que el Sol estaba hecho de carbón incandescente. Por supuesto, no es así.

Helmholtz se dio cuenta de esta cuestión y se preguntó cuál sería la fuente de esa cantidad inmensa de energía que el Sol irradia de una forma pródiga. En la época de Helmholtz, la principal fuente de energía conocida era el carbón. En este caso, la energía obtenida se logra a expensas de la energía que, antes de la combustión, mantenía ligados a los átomos del carbón. De manera simplificada, los átomos libres poseen menor energía almacenada que los átomos ligados. El exceso de energía que ya no se emplea en los enlaces es emitido, entonces, en forma de luz y calor. Helmholtz conocía la cantidad de energía que típicamente se obtenía al quemar cierta cantidad de carbón y, teniendo las mediciones de la masa solar, vio que si éste se componía, por ejemplo, de carbón, el fuego resultante mantendría la actividad solar únicamente por unos cuantos miles de años. Estaba claro que el Sol estaba lejos de interrumpir su actividad, y para justificar aunque sea la fecha de Ussher era necesario buscar la fuente de energía en otra parte.

No, no fue una bomba. No fue Superman. ¡Fue un cometa!

Otra fuente de energía diferente a los combustibles se había observado ya desde épocas inmemorables, no en el Sol sino también en la Tierra: el campo gravitatorio. Sabemos que un cuerpo que cae sobre la Tierra puede acumular una gran cantidad de energía, como por ejemplo ocurrió con el cometa caído en la región soviética de Tunguska en 1908, que al caer en la superficie tenía una energía estimada en la de varias bombas atómicas. Así puede verse la gran cantidad de energía que un campo gravitacional puede brindar.
Si tal es la energía de una roca cayendo a un cuerpo como la Tierra, debería ser sobremanera mayor la energía que proporcionaría la misma roca cayendo a un cuerpo con un millón de veces más fuerza, o sea, al Sol. Sin embargo, a pesar de que los meteoritos les caigan mal a muchos, no es justo proponerlos como víctimas para proveer al Sol de energía para poder broncearnos en Marbella.
Por otro lado, indudablemente el Sol no es víctima del bombardeo de meteoritos, pues son pocos los que vemos acercarse hacia él y la mayoría de los que lo hacen lo hacen debido a que describen una órbita excéntrica y no llegan a tocar siquiera la superficie del astro rey. Helmholtz conocía el gran potencial que tiene el campo gravitatorio, pero no creyó necesario hacer víctimas a los meteoritos. La teoría que proporcionaría una explicación que le pareció suficiente fue mostrada por Louis Joseph Gay-Lussac (1778-1850) referenciando trabajos de su compatriota Jacques Charles (1746-1823). Básicamente estos trabajos muestran que todo gas, al contraerse, aumenta su temperatura. Si te interesa profundizar en esta ley, te recomiendo o bien Wikipedia o mejor aún, la serie de termodinámica de Pedro. ¡Pero te entretengas mucho con eso y me dejes tirado el artículo, que se pone bueno!
Sigamos. Tomando la hipótesis nebular de Laplace y la ley de Charles-Gay-Lussac, Helmholtz se dio cuenta de que la contracción de la nube de gas hasta una masa esférica como lo es el Sol, por efectos de la fuerza de gravedad, sería suficiente para hacerlo llegar a temperaturas de incandescencia. Siguiendo con sus cálculos, pudo demostrar que en los 6000 años de historia desde los que tenemos referencia de civilización, emitiendo la cantidad de energía que emite, el Sol se habría contraído apenas unos 900 kilómetros, lo que, con respecto a un diámetro de 1.390.000 km, pueden considerarse insignificantes. En los 250 años de historia de la astronomía con telescopio hasta los tiempos de Helmholtz equivaldría a sólo 37 kilómetros, cantidad imperceptible incluso para los mejores telescopios de la época. De esta forma Helmholtz parecía responder la pregunta de la fuente de energía del Sol elegantemente. Por si acaso andas devanándote los sesos preguntándote “¿de dónde sale esa energía?” es fácil decirlo: del campo gravitatorio del Sol, que es quien lo hace contraerse… es como pensar en meteoritos cayendo en su superficie, pero de una manera no tan catastrófica.
Teniendo la velocidad de contracción que necesita el Sol para emitir la energía que emite, podemos extrapolar las cuentas mirando hacia el pasado. De esta forma, la velocidad de contracción de la nebulosa, según los cálculos De Helmholtz, debió ser tan lenta que al retroceder en el tiempo, la nube debió ocupar un tamaño como la órbita de la Tierra (momento en que, según la teoría de Laplace, se habría separado un anillo que dio origen a nuestro planeta) hace unos dieciocho millones de años (!). De esta forma se dio la primera aproximación, por argumentos científicos, a la edad de nuestro planeta.

¡Mamá! Ese físico dice que estas erosiones se hicieron ayer

Esta primera edad seguro que en tiempos de Ussher hubiera pecado por excesiva, pero el siglo XVIII fue un siglo de revolución de la ciencia, y no solamente en la física, sino en casi todas las áreas de conocimiento. Por ejemplo, en 1785, el geólogo escocés James Hutton (1726-1797), en su obra titulada Theory of the Earth (Teoría de la Tierra), estudió los cambios lentos que experimentaba la superficie terrestre, entre ellos el depósito de sedimentos y la erosión de las rocas. Pensando en que estos fenómenos se producían en el pasado al mismo ritmo que en la actualidad, pudo concluir que para dar origen a los espesos sedimentos y a la erosión observada en nuestro planeta, eran necesarios periodos de no sólo de millones, sino de hasta de cientos de millones de años. De esta forma, desde la geología, Hutton le dio a la Tierra una cota inferior a su edad que era por lo menos unos cuantos cientos de millones de años, cifra extremadamente superior a la propuesta posteriormente por Helmholtz desde la física.
Los trabajos de Hutton, en primera instancia, no recibieron un apoyo considerable. Pero la comunidad geológica no tardó en darse cuenta de la validez de tales argumentos. Éstas y otras tantas ideas que reforzaron la cifra fueron expuestas entre 1830 y 1833, por otro geólogo escocés, Charles Lyell (1797-1875), en “Principles of Geology (Principios de Geología), donde se exponían además plegamientos y otros cambios graduales de la Tierra. Estos fenómenos también sugerían una edad similar a la propuesta por Hutton. Unos meros 18.000.000 años parecían insuficientes para que la Tierra fuera como lo es actualmente.

Las monas no producen humanos… por lo menos no en tan poquito tiempo

Por otro lado, los biólogos, en el siglo XIX, de la mano del naturalista inglés Charles Darwin (1809-1882) en su famosísimo “Origen de las Especies”, sostenía que la fisionomía actual de los seres vivos era producto de una evolución propiciada por lo que él llamó selección natural. De esta forma, eran necesarios cambios lentos en los seres vivos durante varios millones de años para llegar a la diversidad actual, así como para las miles de especies de las que daban cuenta los yacimientos de fósiles. Para los biólogos, la cifra de Helmholz, de la misma forma, resultó también insuficiente. Las teorías de la biología y la geología no chocaban para nada con la física y podían considerarse muy válidas. ¿Cómo pudo superarse este inconveniente? ¿Cómo descubrimos el combustible del Sol? ¿Cómo dimos una cifra de la edad del sistema solar? Aguarden, he dejado, como siempre, lo mejor para la segunda parte. ¡No se la pierdan!
Nos vemos en el próximo artículo.

  1. Como reserva de energía, los combustibles fósiles son “fuentes” de ésta, en el sentido en el que hablamos en el artículo. []

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Mundo Neandertal: Proyecto Genoma Neandertal

En 2003 se dio a conocer el Genoma completo del ser humano. Tres años después, en julio de 2006 se anunció que el siguiente sería el de los neandertales.

Max Planck Institute for Evolutionary  Anthropology Fue apodado Proyecto Genoma Neandertal, y fue encarado por el Max Planck Institute for Evolutionary Anthropology en Alemania y la compañía de biotecnología 454 Life Sciences de Estados Unidos. En el que han colaborado activamente científicos españoles, también.

La idea era secuenciar el genoma completo de los neandertales, o sea la totalidad de la información genética del Hombre de Neandertal.

Para esto se extrajeron primero ADN mitocondrial de fósiles neandertales, y luego ADN nuclear cuando se logró evitar la contaminación humana actual.

Las muestras se tomaron de fósiles neandertales de Vindija, Croacia; El Sidrón, España; Mezmaiscaya, Rusia; y del Neandertal 1, en Feldhofer, Alemania. Las muestras consistieron en medio gramo de hueso de cada fósil, suficiente para poder conseguir el ADN fósil.

Este proyecto ya viene dando noticias que cambian la idea que teníamos de los neandertales cada vez más. Este viernes se dará a conocer en Science el borrador más completo del Genoma Neandertal, y vendrá con una noticia que nos hará explotar. ¡Estén atentos!

Logros del Proyecto Genoma Neandertal:

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Mundo Neandertal: El genetista Carles Lalueza Fox opina de la Mujer X

Mundo Neandertal: El genetista Carles Lalueza Fox opina de la Mujer X

A propósito del gran descubrimiento de un linaje genético hominino desconocido, Carles Lalueza Fox se prestó amablemente a conversar con nosotros, y nos dio su opinión sobre la famosa Mujer X. Lalueza-Fox es experto en paleogenética del Instituto de Biología Evolutiva (centro mixto del CSIC y la Universidad Pompeu Fabra).

¿Qué opinión le merece las conclusiones del estudio del fragmento de
hueso de Denisova?

image Es interesante por varias razones, empezando por ser una evidencia genética que sugiere un nuevo hominino y no un hueso que sugiere un nuevo hominino. Tiene la virtud también de sugerir un nuevo modelo de evolución humana basado en muchas salidas sucesivas de África, y en general, de una mayor complejidad de lo que se pensaba, una tradición iconoclasta que en cierto sentido ya empezó el hobbit de Flores.

Finalmente, nuevamente pone de manifiesto que la genética (o la paleo genética) es ahora mismo la herramienta mas potente de estudiar la evolución humanas, algo que también quedara claro en pocas semanas, cuando se publique el genoma neandertal.

¿Le parece que se puede descartar que sean descendientes de los H.
erectus asiáticos?

La verdad, pueden ser varias cosas. Podría ser que lo que llamamos normalmente H. heidelbergensis, y que normalmente esta referido a restos europeos, tuviera también poblaciones coetáneas en Asia (las llamemos como las llamemos).

Creo que dado el rango geográfico, estas poblaciones podrían estar estructuradas geográficamente, quizás en en oeste de Eurasia habrían dado lugar a los neandertales a través de sucesivos cuellos de botella demográficos (propiamente un evento de especiación) y en el este habrian quedado algunas de estas poblaciones hasta el limite del paleolítico superior.

Puestos a decir, podría tratarse también de un neandertal descendiente de una hibridación con un hominino más arcaico. Podría ser que su genoma (y su morfología, y su cultura), fuera esencialmente neandertal, pero que su mitocondrial fuera el de ese linaje mas arcaico, por la transmisión tan particular del mitocondrial. El mitocondrial no nos informa, por ejemplo, de cosas evolutivamente importantes como el flujo génico. Hay que recordarlo.

¿Es claro que no pertenece a nuestra especie, ni a la neandertal? ¿Al hablar de linajes genéticos no podemos asociarlos con especies en
el sentido morfológico?

Es una pregunta muy interesante y en el fondo es un debate de gran calado. No hay manera de asociar divergencia genética (o lo que los ingleses denominan gene tree) con diferencia de especies (species tree).

Es decir, el hecho de que un linaje mitocondrial sea muy divergente de los linajes neandertales, no excluye que este individuo no pueda ser un neandertal. Desde luego, Svante ha tenido el cuidado de no decir en ningún momento que se trate de una especie nueva (algo que los periodistas si han hecho).

Si tuviéramos información morfológica (como en el caso de humanos modernos y neandertales), podríamos hipotetizar si era otra especie, a partir de rasgos biológicos como la morfología, que pudieran estar relacionados con la filogenia. Parte de la problemática es que nuestra definición de especie esta basada en criterios de biología de la reproducción, y esto no es observable ni desde la genética, ni desde la morfología.

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Mundo Neandertal: Nueva especie de humano de hace 30 mil años identificada en Siberia

Mundo Neandertal: Nueva especie de humano de hace 30 mil años identificada en Siberia

Cuando se dio a conocer en 2004 al Homo floresiensis, la especie humana diminuta de la isla de Flores, el mundo se sorprendió ante la aparición de otra especie humana que habría convivido con la nuestra, los Homo sapiens, hasta hace unos 15 mil años. La otra especie humana que convivió con nosotros, los Neandertales, son sin duda los más famosos del pasado. Por eso ahora sorprende nuevamente el descubrimiento de un nuevo linaje genético humana que habría vivido hace unos 30 mil años en el sur de Siberia.

Cueva de Denisova,  Rusia En el verano de 2008, en una aislada cueva del sur de Siberia, Rusia, se descubrió un dedo humano.

La cueva, llamada Denisova, está ubicada a los pies de las montañas Altai, ya venía aportando herramientas líticas desde hacía más de diez años. Herramientas talladas con las técnicas Levallois del Musteriense. Razón por lo que se pensó que serían neandertales, la especie más asociada a este tipo de cultura lítica.

Al parecer la cueva estuvo ocupada intermitentemente por humanos durante 125 mil años, y el fragmento de hueso proviene de un estrato datado entre 48 y 30 mil años atrás.

Pero si bien el pequeño hueso no podía decirnos nada sobre la morfología del resto del cuerpo, la genética sí podía opinar. El fragmento de hueso le fue entregado a investigadores alemanes del Max Planck Institute de antropología evolutiva en Laipzig, al mando del famoso genetista Svante Pääbo.

Los científicos lograron extractar y secuenciar ADN del fósil, utilizando las mismas técnicas que usan para el proyecto Genoma neandertal. Así descubrieron que no era ni parecido a los neandertales, ni a los Homo sapiens. Publicado en Nature, el estudio muestra que el hueso en cuestión podría pertenecer a una especie hasta ahora no reconocida, una especie humana extinguida como los neandertales, o más claramente a un linaje genético hasta ahora desconocido.

Hasta la fecha es poco lo que se sabe de cómo evolucionó el Homo erectus en Asia y con quién se encontró el Homo sapiens cuando llegó allí. Los paleoantropólogos chinos opinan que el Homo sapiens se habría vinculado con los Homo erectus o sus descendientes, pero no se han descubierto buenos fósiles que evidencien un contacto, sino que sólo se ven Homo sapiens arcaicos y Homo erectus mucho mas antiguos que la época en que llegó el sapiens a Asia desde África.

Este nuevo descubrimiento podría aportar información sobre el humano que vivió en Asia hasta que los sapiens poblasen todo.

Según el estudio genético, la especie a la que pertenecería este fragmento de hueso, habría emigrado de África mucho antes que los Homo sapiens.

Igualmente hay que poner un manto de tranquilidad y cautela, ya que apenas es un único estudio de un único fragmento, por ahora no se puede asegurar que se trate de una nueva especie, se tiene que confirmar con más estudios.

Se han descubierto más fragmentos de hueso, pero ninguno lo suficientemente grande para identificar morfológicamente a la especie. Pero sí pueden servir para más estudios genéticos.

El equipo de Pääbo logró extraer ADN mitocondrial del dedo fósil. Lo leyeron 156 veces para comprobar que no estuviese contaminado, y luego lo compararon con el genoma de 54 humanos modernos, con el de un Homo sapiens de hace 30 mil años descubierto en Rusia, y con seis neandertales. No se parecía a ninguno, caía en una clase propia.

Para que se hagan una idea, sapiens y neandertales diferimos en las posiciones de 202 nucleótidos, que son las moléculas orgánicas que forman la cadena de ADN. El fósil de Denisova, apodado Mujer X, difiere en 385 posiciones con respecto a nosotros.

Esta diferencia implica que la especie siberiana a la que pertenecería la Mujer X se separó del árbol familiar humano hace 1 millón de años, mucho antes de que sapiens y neandertales tomaran caminos evolutivos diferentes. Si esto se confirma, la especie siberiana habría dejado Africa en una migración ubicada en medio de la de los Homo erectus, ocurrida hace 1,9 millones de años, y la de los Homo heidelbergensis, ancestros de los neandertales, que habría ocurrido entre 300 y 500 mil años atrás.

Según ha contado el director del estudio, Johannes Krause, actualmente están intentando conseguir ADN nuclear del fósil de Denisova, con la esperanza de secuenciar su genoma completo. Lo que les aportaría mucha mas información para proclamar el descubrimiento de una nueva especie, con nombre científico y todo.

El ADN mitocondrial secuenciado en el actual estudio no es prueba suficiente, ya que al ser heredado de las madres únicamente, es posible que pertenezca a algún neandertal o sapiens que vivía en Siberia y tenía un ADN mitocondrial inusual que podría deberse a una cruza anterior con los Homo erectus, o entre sapiens y neandertales, o con alguna especie de sapiens arcaica.

El asunto es que a tan sólo 100 kilómetros de allí, se han descubierto fósiles de neandertales probados. Así que faltan más estudios para asegurar que esta sea una especie distintiva.

También faltan más descripciones de los estratos donde fue descubierto el dedo fósil, y descripciones del dedo en cuestión. Ni siquiera se ha mostrado una foto.

Referencia

“The complete mitochondrial DNA genome of an unknown hominin from southern Siberia”. Krause, J. et al. Nature doi:10.1038/nature08976 (2010).

EDITADO: luego de un paseo por los medios les recomiendo estas dos entradas para ahondar más en el asunto:

Hobbit version 2.0: the undiscovered hominin, en el blog del paleoantropólogo John Hawk. La entrada de nuestro amigo Millán Mozota. Y la opinión del experto en genética español Carles Laluesa-Fox

Opiniones de Expertos:

Clive Finlayson, paleoantropólogo del Museo de Gibraltar, afirma que la idea de que había sólo un puñado de homínidos que emigraron de Africa es una gran simplificación. «Probablemente hubo cientos o miles de migraciones desde Africa», dijo en La nación.

«Una criatura que no conocemos llevó este linaje desde África y lo hizo hace menos de un millón de años», explica Svante Pääbo en El País. «No podemos decir realmente cómo era esta criatura, ni si se conoce ya por fósiles hallados en otros sitios, pero nos da una nueva imagen, mucho más compleja, de nuestro pasado». Prudente, Pääbo se niega a hablar de «nueva especie».

«Los neandertales y los hombres modernos divergieron evolutivamente hace medio millón de años aproximadamente, y el ancestro común de los tres linajes, incluido el nuevo, data de un millón de años, así que estas criaturas están dos veces más distantes de nosotros que los neandertales», dice Pääbo.

El 62 rojo marca donde  está la cueva de Denisova

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Homo antecessor

Cuando hablamos del Homo antecessor nuestra mente viaja rápidamente a la Sierra de Atapuerca, en Burgos (Castilla y León, España). Allí, desde 1994, en el yacimiento de Gran Dolina, se han encontrado numerosos fósiles de lo que está considerada como la especie homínida más antigua de Europa.

El homo antecessor eran individuos fuertes, altos y con rostros de rasgos modernos, con una mandíbula bastante parecida a la del homo erectus. Sin embargo, la orientación facial es muy parecida a la del Homo sapiens. Se acepta la teoría de que el Homo antecessor proviene de África, aunque se ha discutido debido a su parecido con el Homo erectus (Hombre de Pekín), lo que para algunos sugiere un origen asiático.

Según los descubrimientos, que presentaban cortes en los fósiles realizados con herramientas humanas, el Homo antecessor practicaba el canibalismo. De esto hace ya 800.000 años, y sus descubridores, Bermúdez de Castro, Arsuaga, Carbonell, Rosas, Martínez y Mosquera, lo bautizaron como “el que antecede a todos los demás”.

El descubrimiento de estos fósiles en la Sierra de Atapuerca demostró que los homínidos poblaban Europa mucho antes de lo que se pensaba.

Como curiosidad, podemos decir que los últimos hallazgos revelan que el Homo antecessor era diestro. Esto se intuyó en un principio por la forma en la que utilizaba las herramientas, pero tras poder reconstruir la forma interior de su cráneo, y ver que mostraba una simetría craneal, la evidencia estaba clara.

Imagen | Flickr
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Mundo Neandertal: Restos de hogueras de hace 790 mil años en Israel

Mundo Neandertal: Restos de hogueras de hace 790 mil años en Israel

La habilidad de encender fogatas hace miles de años fue un factor clave para la migración de los nuestros antepasados homínidos de África a Eurasia, según investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén, que han descubierto fogatas de hace 790 mil años.

Esta idea no es una novedad, pero en este caso se basan en nuevos descubrimientos del yacimiento arqueológico Gesher Benot Ya’aqov, en Israel.

fogatas de 790 años Los ocupantes del yacimiento utilizaban la tecnología lítica achelense que apareció en África hace más o menos 1,6 millones de años. En ese mismo sitio se han descubierto hogueras que han sido datadas en 790 mil años de antigüedad. Anteriormente las pruebas más antiguas de fogatas eran de unos 500 mil años.

El yacimiento Gesher Benot Ya’aqov está localizado en el valle Hula, en la falla del Mar Muerto, en el norte de Israel.

La Dr. Nira Alperson-Afil, directora de la excavación, dijo que habrá que realizar más estudios, pero que hay ocho niveles en los que han descubierto rocas calcinadas, “concentraciones de pedernal quemado fueron descubiertos en distintas áreas, interpretados como representaciones de los restos de antiguos hogares o fogones”.

Las hogueras se han visto en los 8 niveles, lo que indica que no fueron un caso único, sino algo que se mantuvo a lo largo de mucho tiempo y diferentes generaciones.

“Los nuevos datos de Gesher Benot Ya’aqov son excepcionales ya que preservan la evidencia del uso del fuego a través de una secuencia muy larga de ocupación. Este continuo, habitual, uso del fuego sugiere que estos homínidos no se veían obligados a recolectar el fuego de algún evento natural, sino que ellos mismos podían crearlo a voluntad”, dice Alperson-Afil.

La domesticación del fuego le dio protección a los antiguos humanos, y la posibilidad de calor, comida cocida, etc. Y según Alperson-Afil también les habría dado la confianza como para buscar nuevos territorios.

Los descubrimientos fueron publicados en Quaternary Science Reviews.

Más en inglés: Eurekalert.

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Descubren un cráneo de un monstruo marino enorme

Descubren un cráneo de un monstruo marino enorme

Ríete del monstruo del Lago Ness. Ya da igual que la leyenda sea verdadera o falsa, porque un coleccionista particular de Dorset, Inglaterra, ha descubierto un cráneo fosilizado de un enorme monstruo marino.

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La cabeza encontrada mide unos dos metros, por lo que se estima que la longitud total del animal rondara los 16 metros y pesara unas 10 toneladas. Según los científicos, este ejemplar vivió hace unos 150 millones de años, perteneciente al grupo de los pilosaurios, subgrupo de los plesiosaurios, que eran al mar lo que los dinosaurios a la tierra, es decir, los grandes dominadores, ambos en la misma época.

Como curiosidad, hay que decir que son muchos los que afirman que los plesiosaurios no están extintos, y de ahí radica el mito del monstruo del Lago Ness, aunque la comunidad científica rechaza esta creencia, sobre todo por una característica particular: los plesiosaurios respiran aire, no poseen branquias, por lo que el monstruo habría sido divisado fácilmente en la superficie.

Volviendo al descubrimiento de Dorset, el hecho es también un alarde de paciencia y secretismo por parte del coleccionista, ya que el trabajó le llevó cuatro años desde que vio desprenderse una pieza de gran tamaño. Finalmente, el trabajo, como casi siempre, ha recibido su recompensa. Según David Martill, paleontólogo de la Universidad de Portsmouth, sus fuertes mandíbulas desgarrarían y despedazarían a cualquier animal lo suficientemente temerario para acercarse a una distancia no prudencial del pilosaurio.

Los otros dos mayores pilosaurios descubiertos fueron encontrados en Noruega y en México, aunque sólo con el cráneo no es posible dar una estimación precisa del tamaño del animal. Sin embargo, los científicos esperan poder encontrar más restos en el acantilado desde el que cayó, ya que es una zona que se erosiona rápidamente.

Fuente | ElMundo

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La ciudad sumergida más antigua tiene más de 5.000 años

La ciudad sumergida más antigua tiene más de 5.000 años

Pavlopetri, en el sur de la costa Laconia de Grecia, es la ciudad sumergida más antigua del mundo. Se han encontrado restos que datan de hace 5.000 años, 1.200 más de lo que se creyó en un principio.

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Estos hallazgos han sido hechos públicos por el propio Gobierno de Grecia como colofón a una extensa investigación de las autoridades griegas con la Universidad de Nottingham.

Este verano, los equipos arqueológicos, en su búsqueda de respuestas sobre Pavlopetri (para qué se utilizaba esa ciudad, porque acabó sumergida), se llevaron la grata sorpresa. Se creía que pertenecía a la civilización micénica, lo que la situaría en la línea temporal desde el 1.600 a. C hasta el 1.000 a. C. Pero la investigación reveló 150 metros cuadrados de nuevos edificios donde se encontraron cerámicas que datan de la Edad de Bronce (desde, al menos, los 2.800 a. C. hasta los 1.100 a. C.)

“Este sitio es único y casi hemos acabado de elaborar el plano, las calles principales y los edificios domésticos”. Posiblemente, el descubrimiento más importante sea un Megaron, un gran salón que se encontraba en los palacios de la civilización micénica, de la comienzos de la Edad de Bronce.

Las nuevas cerámicas forman una reliquia que cubre todas las fases desde el final del Neolítico (3.500 a. C.) hasta la etapa más tardía de la Edad de Bronce (1.100 a. C.)

Fuente | Eureka Alert

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Mundo Neandertal: Ardipithecus ramidus, ha llegado a patear el tablero

Mundo Neandertal: Ardipithecus ramidus, ha llegado a patear el tablero

Parecido en fanfarria y espectacularidad, a Ida, ha sido el lanzamiento conjunto de 11 estudios científicos, con documentales, y lanzamiento mundial conjunto en toda la prensa sobre el Ardipithecus ramidus.

¿Qué tiene tan de espectacular este homínido? En este caso es justificado el lanzamiento, no como en el caso del Darwinius que no era para tanto.

Reconstrucción de Ardipithecus ramidus El Ardipithecus ramidus fue descubierto hace 17 años, y desde aquella época los paleoantropólogos mundiales están esperando datos concretos sobre este antepasado que podría dar vuelta el tablero. Todo este tiempo se estuvo trabajando y estudiando sus fósiles, y fruto de ello son los 11 papers que se presentan esta semana en Science (que listamos abajo).

En resumen, lo que se ha descubierto es que este fósil de 4,4 millones de años es clave en la evolución humana. ¿Por qué? Porque descarta de una vez por todas esa visión que se tenía de que el antepasado común que tenemos con los monos actuales era simplemente como un chimpancé actual, no muy diferente. Ahora se ha descubierto gracias al Ardipithecus que no era tan así.

Se han descubierto 110 piezas fósiles pertenecientes a unos 35 individuos de esta especie, pero el más completo pertenece a una hembra de un metro veinte y unos 50 kilos, que han apodado Ardi (ARA-VP-6/500). Los restos fueron descubiertos en Etiopía, en una barranca del río Awash. La primera evidencia fue un molar descubierto en 1992.

¿Qué es tan distintivo del Ardipithecus?

La mandíbula inferior era menos protuberante que la de un chimpancé y no tenía incisivos filosos. La cara tiene una posición más vertical que la de los chimpancés actuales.

Tenía una base craneal corta, lo que es Restos fósiles de Ardi, Ardipithecus ramidusindicador de que la cabeza podía balancearse sobre la espina dorsal. Esto a su vez es indicador de que caminaban en dos patas. La forma de la pelvis también y de los pies de Ardi también ayuda a demostrar que eran bípedos, ya que estaban especialmente adaptados a ello.

Esto es algo muy novedoso, ya que no había en Ardi ninguno de los rasgos presentes en los pies de los monos actuales, sólo el pulgar oponible, que todavía le permitía agarrarse a las ramas de los árboles.

Así que se cree tanto nosotros como los chimpancés actuales habrían evolucionado a partir de alguna especie muy similar al Ardipithecus ramidus. En el camino los chimpancés habrían convergido con gorilas y orangutanes, que habrían evolucionado desde un antepasado diferente.

Todavía no pude leer los papers que recién han llegado a mis manos (virtuales), así que iremos conociendo más detalles luego.

+ Ardipithecus ramidus, y su relación con la familia

Unas palabras de los expertos recopiladas de aquí y allá:

«En el Ardipithecus tenemos una forma no especializada que no logró evolucionar mucho en dirección del Australopithecus«, dice el profesor Tim White, de la Universidad de California, Berkeley, y uno de los principales investigadores. «Así que cuando la vemos de la cabeza a los pies, lo que observamos es una criatura mosaico, es decir, alguien que no es chimpancé, pero tampoco es humano. Es un Ardipithecus«.

«Nos tomó mucho, pero muchos años limpiar los huesos en el Museo Nacional de Etiopía y después restaurar el esqueleto en sus dimensiones y forma original», dice White. «Y después lo estudiamos y lo comparamos con todos los otros fósiles que se conocen de África y otras partes».

“Estos artículos abren una ventana a un periodo de la evolución humana de la que hemos sabido poco, cuando los homínidos primitivos estaban estableciéndose en África, poco después de separarse del último antepasado que compartieron con los simios africanos”, señala Brooks Hanson, subeditor de ciencias físicas de Science.

«Una vez en cada generación, un fósil espectacular revela un capítulo entero de nuestra prehistoria”, escribe Ann Gibbons en un artículo que precede a la presentación de Science. “En 1974, fue el famoso esqueleto de Lucy, de 3,2 millones de años, que probó que nuestros ancestros caminaban erguidos antes de que hubieran desarrollado cerebros grandes.»

«Creíamos que Lucy era el hallazgo del siglo, pero en perspectiva, no lo es», dice el paleoantropólogo Andrew Hill, de la Universidad de Yale, en la presentación de Science .

En La Nación recopilaron otras tantas opiniones interesantes.

Para leer más

En castellano: Paleofreak. El país, Paleontóloga española que participó en el estudio.

En inglés: Los artículos de Science gratis luego de llenar un formulario, los listo abajo de todo. Preguntas y respuestas supercompletas de la mano del paleoantropólogo John Hawks. New York Times (con muchas imágenes interesantes). Discover.

Referencias

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Mundo Neandertal: Se pone en duda el origen africano de los Antropoides

Mundo Neandertal: Se pone en duda el origen africano de los Antropoides

Han descubierto en un yacimiento de Argelia dos especies de primates que reabriría el debate sobre el origen africano de los antropoides, el grupo de primates al que pertenecemos nosotros y los monos.

Algeripithecus Al parecer, el pequeño primate Algeripithecus, que vivió hace unos 50 millones de años, que era considerado el antropoide africano más antiguo, formaría en realidad parte de otro grupo, los estrepsirrinos.

Los primates se dividen en dos grupos, los estrepsirrinos y los haplorrinos, nosotros y los demás antropoides pertenecemos a este segundo grupo.

El Algeripithecus era conocido desde 1992, en que fueron descubiertos dos molares, que se creía pertenecían al antropoide más antiguo conocido. Era africano y con 50 millones de años.

Así este descubrimiento era un aporte importante a la hipótesis que ubica el origen de los antropoides en África.

Otro primate fósil, el Azibius, es el representante fósil más antiguo de los estrepsirrinos africanos. Más específicamente, de los estrepsirrinos coronados, de los que hoy en día solo quedan los lemures de Madagascar, los galagos de África central, y los loris del sur de Asia.

En el yacimiento de Glib Zegdou, norte de Argelia, un equipo francés de la Université de Montpellier, en colaboración con científicos argelinos, descubrieron fragmentos craneales y dientes de los dos géneros en cuestión Algeripithecus y Azibius. Incluso descubrieron mandíbulas casi completas.

Así descubrieron luego de analizarlos, que los rasgos de las dos especies eran típicos de los estrepsirrinos, y nada que ver con los antropoides.

Así se fortalece la posibilidad de un origen asiático para los antropoides, ejemplo que vimos aquí en Mundo Neandertal hace poco.

Fuente: Science Daily, Primatology.

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